Bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan Lucas 6:28
Fuera del ejemplo de Jesús, este mandamiento no tiene sentido. Pero Jesús no demuestra la importancia de dejar nuestro destino en las manos de nuestro Creador y Padre. De repente, tiene un sentido perfecto. ¿Cúal es la mejor manera de derrotar a un enemigo? Ciertamente no es por castigar o matarlo. ¡No, la manera de derrotar a los enemigos es por tener la gracia de Jesús para captar a sus corazones así permitiendo que El los conforme a su carácter!
Dios Amoroso y Bondadoso, ablanda mi corazón y endurece mi
voluntad para poder amar como Jesús amó. Que mi vida sea redentiva, aun
para los que me oponen, odian y se burlan de mí. Utilízame, Padre
Amado, para traer los demás a la gracia de Jesús. En cuyo nombre oro,
Amen.
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